Conformado por 113 municipios, Michoacán es una de las entidades más bendecidas en términos de cultivos alimentarios. Es el primer productor mundial de aguacate, que se exporta principalmente a Estados Unidos. Productor número uno a nivel nacional de guayaba y fresas; cuenta con el área de mayor cultivo de limón, además de cosechar pepino, jitomate, cebolla, papaya, brócoli y coliflor.
Eso por una parte, pero su riqueza climática y sus bellos paisajes, con áreas boscosas, serranas, de mesetas, costas y zonas selváticas, le aportan una gran variedad gastronómica y alimentaria a la entidad.
Hagamos un pequeño recorrido por los aromas y sabores emblemáticos de Michoacán. Iniciando por la capital podemos disfrutar de unas enchiladas placera, un buen rompope de convento y dulces tan originales como antiguos: pétalos de rosa cristalizados, las mundialmente famosas morelianas, las pastas de almendra, los ates y los refrescantes gazpachos.
Las particularidades de cada región van dando vida a nuevos placeres por degustar. Las montañas hacen surgir conservas y mieles, mientras que en el oriente del estado, como Ciudad Hidalgo aparecen los platillo con trucha; en Pátzcuaro están los uchepos con crema, queso y salsa, la inolvidable sopa tarasca; las corundas con frijol y carne de cerdo; y los aromáticos atoles.
En Tierra Caliente destaca el aporreadillo. La meseta purépecha, por su parte, se adorna con quesos, tortillas y otros guisos como el churipo o las atápakuas, que son los moles michoacanos preparados de tantas maneras como recovecos quepan en la imaginación de cada cocinera.
Y para cerrar nuestro recorrido gastronómico no puedes dudar en llegar a la costa del Pacífico para disfrutar de los ceviches y las tiritas de pescado en tostada, las almejas frescas y los platillos preparados con coco.