Esta artesanía forma parte de las celebraciones mexicanas desde la época prehispánica y se mantiene hasta nuestros días.

Algo que me encanta de las festividades mexicanas son sus decoraciones. Sobre todo en el Día de Muertos, donde cada rincón del país se llena de color con el tradicional papel picado.

Cuando de celebraciones se trata, México sí que se luce, adornando cada calle con los colores representativos del festejo.

Por ejemplo, en el Día de la Independencia, todo el país se llena de orgullo, decorando cada casa y establecimiento con los colores de la bandera nacional: verde, blanco y rojo.

En tanto que en los festejos de la temporada decembrina, los hogares, vecindarios y calles también se llenan de color con las tradicionales piñatas.

Y ni hablar de los carnavales y demás celebraciones de cada región del país. Éstas destacan por su toque único que los hace incomparables con cualquier otra ciudad o pueblo.

No cabe duda de que las tradiciones mexicanas llenan de alegría cada rincón del territorio nacional. Son la muestra de la cultura y folclor de un país lleno de diversidad.

Todas estas celebraciones se viven con gran emoción, de hecho, muchas personas dedican un año entero a su preparación para que, cuando llegue el día, todo sea perfecto.

La tradiciones son de gran importancia para un país, ya que ayudan a mantener —e incluso fortalecer— la estructura social y evitar la desintegración comunitaria.

Este es el origen del papel picado

Puede decirse que el papel picado viene, en un principio, de la cultura china. Este material a sido trabajado en el continente europeo desde el siglo XVI.

Llegó a México, desde Europa, exactamente en el siglo XIX. Para ese entonces, las haciendas se encontraban en su mayor auge. Los peones eran obligados  a comprar sus productos en las tiendas de raya, donde se encontraba el famoso papel china.

El poblado de San Salvador Huixcolotla, en el estado de Puebla, fue el lugar que vio nacer esta bonita tradición.

La gente de este lugar comenzó a dedicarse a trabajar este papel, mientras que en el día desarrollaban sus labores de campo.

Con el tiempo fueron mejorando su técnica hasta lograr esta artesanía que hoy conocemos como papel picado.

Éste se convirtió en una bella tradición que fue transmitida de generación en generación. Asimismo, estos artesanos comenzaron a vender su trabajo a poblados vecinos y para 1930 se expandieron por más pueblos de Puebla y Tlaxcala.

Para los años 1960, el papel picado llego a Ciudad de México y a partir de ahí comenzó a ser reconocido a nivel nacional e internacional. Y se convirtió en una pieza importante para cualquier celebración con temática mexicana.

En 1998, el papel picado proveniente de San Salvador Huixcolotla fue declarado Patrimonio Cultural del estado de Puebla.

Día de Muertos

Se trata de la tradición más representativa de México, en donde se le hace honor a los fieles difuntos. Aquellas personas que ya no nos acompañan en este mundo terrenal, pero que, se tiene la creencia, se encuentran en un lugar mucho mejor llamado, “el más allá”.

En esta celebración, además de encontrar por todos lados la hermosa flor de cempasúchil, se puede ver cómo los hogares, restaurantes, bares y demás establecimientos se llenan de color con el papel picado. Este elemento es infaltable en estas fechas especiales.

El Día de Muertos fue nombrado por la UNESCO, en 2008, Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. La fecha se ha popularizado tanto en México y el mundo, que cada año se suman más y más extranjeros para conocer de cerca y vivir la celebración en esas fechas.

Esta celebración ancestral puede durar varios días, ya que las familias mexicanas comienzan a preparar con varios días de anticipación sus ofrendas, con todos los elementos necesarios.

Pero debes saber que los días oficiales son el 1 de noviembre, también llamado Día de Todos los Santos, en el que llegan las almas de los niños, y el 2 de noviembre, o Día de Muertos, que es cuando llegan las almas de los adultos.

Significado del papel picado en el Día de Muertos

El papel picado es una artesanía muy común para las celebraciones del Día de Muertos. Una fecha muy esperada por todos los mexicanos e incluso personas de todo el mundo.

Sin embargo, esta artesanía tiene un significado mucho más a allá de ser un simple adorno.

Tradicionalmente, en los altares los dioses de la tierra, la lluvia, el agua, la agricultura y el Mictlán (el inframundo en la cultura mexica) eran representados con figuras hechas con papel amate.

Hoy en día, estas figuras han sido reemplazadas por los coloridos manteles de papel picado. En los que se representan motivos alusivos a la muerte y en vez de representar a los dioses, se comenzó a representar a los difuntos.

En la Antología El Día de Muertos entre los pueblos indígenas de México, César Eduardo García Martínez menciona que las antiguas civilizaciones mesoamericanas usaban con bastante frecuencia el papel, bien fuera en ceremonias religiosas o en rituales.

De esta manera, confirma que el papel picado es una artesanía que viene del imperio azteca. Es utilizada en la actualidad en el Día de Muertos, fiestas patrias, cumpleaños, bodas y otras festividades.

Cada papel picado tiene un color diferente y, a su vez, cada color tiene su propio significado.

El naranja representa el luto, el morado hace referencia a la religión católica, el azul se relaciona con los difuntos que murieron en el agua. Asimismo, el color rojo representa a los guerreros caídos en la batalla, así como a las mujeres que murieron durante el parto; el verde es para los jóvenes. El blanco para los adultos, el amarillo para los ancianos y el negro representa el inframundo.

¿Cómo se hace?

Materiales

  • ¼ de pliego de papel china
  • Tijeras

Pasos

  1. Doblar el papel china a la mitad y repetir este paso hasta obtener 3 dobleces.
  2. Tomar las tijeras y cortar de diferentes maneras el papel china doblado. No existe una técnica para este paso, solo deja que tu imaginación vuele.
  3. Por último desdobla el papel china y listo, ya tienes tu papel picado para decorar tus celebraciones.

 

Fuente: México Ruta Mágica