Uruapan, Mich.- Científicos en Egipto han descubierto en el desierto del Sahara oriental el Mansourasaurus shahinae, una nueva especie de dinosaurio del Cretácico cuyos restos aportan nueva información sobre la vida de estos animales al final de su existencia, según un estudio publicado en Nature.
Este nuevo tipo de titanosaurio pertenece al grupo de los saurópodos, entre los que se encuentran otros grandes herbívoros de cuellos largos como el Argentinosaurio o el Patagotitan mayorum, encontrado ambos en el Cono Sur.
El Mansourasaurus hallado en el Sahara egipcio tiene un tamaño menor que esos dos gigantes, con una longitud similar a la de un autobús mediano y el peso de un elefante adulto, y vivió durante el Cretácico Tardío hace entre 100 y 66 millones de años, en un periodo próximo a su extinción, explican los responsables de la investigación, liderada por la Universidad de Mansoura (Egipto).
«El Mansourasaurus nos ayudará a abordar cuestiones pendientes sobre el registro fósil de África y su paleobiología, qué animales vivían allí y con qué otras especies estaban (los dinosaurios) más estrechamente emparentados», destaca uno de los coautores del estudio, Eric Gorscak.
Su esqueleto es importante por ser el espécimen de dinosaurio más completo descubierto hasta el final del Cretáceo en África, preservando partes del cráneo, la mandíbula inferior, el cuello y la espalda, las costillas, la mayor parte del hombro y la extremidad anterior, parte del pie trasero, y partes de placas dérmicas.
El coautor del estudio y paleontólogo de dinosaurios Matt Lamanna, del Carnegie Museum of Natural History, en Estados Unidos: «Cuando vi por primera vez las imágenes de los fósiles, mi mandíbula golpeó el suelo. Éste era el Santo Grial, un dinosaurio bien conservado desde el final de la Edad de los Dinosaurios en África, que los paleontólogos hemos estado buscando durante mucho, mucho tiempo».
Tras analizar las características de la estructura ósea del Mansourasaurus shahinae, uno de los pocos dinosaurios del Cretácico hallados en África, los expertos determinaron que este titanosaurio tiene más vínculos con los de Europa y Asia que con los de Sudamérica o el sur del continente africano.
Esto demuestra, asimismo, que hacia el final de su existencia como especie, los «últimos dinosaurios de África no estuvieron completamente aislados, como se había propuesto en el pasado», sino que algunos «todavía mantuvieron conexiones con Europa», afirma Gorscak.
Con información de Milenio