Uruapan, Mich.- Stranger Things ha sido acusada de plagio y sus creadores, Matt y Ross Duffer, denunciados por atentar contra la propiedad intelectual.

¿El demandante? Se llama Charlie Kessler y es el realizador del cortometraje Montauk, la obra que ha generado, por agravio comparativo, toda esta discordia. La pieza corta se estrenó en 2012, cuatro años antes del lanzamiento de Stranger Things, y llegó a ganar un premio en el Hamptons International Film Festival.

Montauk está realizado en el formato found footage, cámara en mano, al estilo documental. Sin embargo, y aspectos formales a parte, el corto comparte con Stranger Things uno de los elementos troncales de la serie: los experimentos gubernamentales de alto secreto que desembocan en escenarios sobrenaturales y de terror.

¿Mera coincidencia? Podría serlo, sino fuera porque, según Kessler, él y sus agentes de reunieron con los hermanos Duffer para un encuentro de trabajo. En este pitching, Kessler les propondría a los showrunners convertir Montauk en una serie, una propuesta que terminaría cayendo en saco roto… O eso, al menos, pensó el cortometrajista.

Cuando la primera temporada de Stranger Things llegó a Netflix el 2 de julio de 2016, la sorpresa de Kessler fue mayúscula: el realizador vio como los Duffer habían fusilado su idea original para idear el show que los acabaría catapultando a la fama. ¿La guinda? El título con el que los hermanos habían vendido la idea a Netflix era Montauk.

Charlie Kessler ha decidido llevar a los tribunales a los responsables de Stranger Things, a los que pide una compensación económica, así como la destrucción de todos aquellos materiales que hayan sido inspirados por su obra.

Montauk podía verse en Vimeo pero ha sido retirado después de que se hiciera pública la demanda de Kessler .

Por el momento, Netflix no sólo no ha tomado ninguna medida de este tipo, sino que sigue adelante con la producción de la tercera temporada de la serie, cuyo estreno está previsto para este mismo verano.

Con información de Playground