Desde que los discípulos encontraron la tumba vacía, la atención está centrada sobre el encuentro del resucitado con sus discípulos en Galilea, ahí los había citado. ¿Por qué en Galilea? Probablemente para hacer comprender que Jerusalén había dejado de ser el centro del culto y de la religiosidad.

Jesús citó a sus discípulos a una montaña; unos creyeron y otros dudaban. A quien dudaba les faltó apertura a Cristo, les faltó aceptar la catequesis en su mente que Cristo les había otorgado. Cuando hay catequesis, es fácil mantener viva la fe.

Solo quien tiene fe en Jesús acepta el mandato de ir a todos los pueblos a hacer discípulos de Cristo.

Si no crees en Cristo, ¿a quién vas a convencer? Por el bautismo recibiste el don de una fe misionera. Entonces sé misionero de Jesús en tu familia.