Uruapan, Mich.-La Feria del Libro de Tijuana propone una forma de acercarte a la lectura con un stand que ofrece citas a ciegas con libros

¿Qué te parecería que al llegar a una feria del libro te encontraras con todos los ejemplares forrados? Piénsalo un poco. Llegas, los descubres cubiertos con papel reciclado y, al frente de cada uno de ellos, miras una nota que dice: “¡Auxilio, sácame de aquí!”.

Esta, aunque parezca extraña, es una nueva forma de acercar a la gente a la lectura a través de citas a ciegas con libros, una modalidad que retomó la Feria del Libro de Tijuana para generar curiosidad en los visitantes y, por supuesto, mayores ventas de ejemplares.

¿Cómo nació la idea?

Aunque su origen es incierto, en el año 2016, en Australia, comenzaron a realizarse las citas a ciegas con un libro, a través de un proyecto llamado Blind date with a book. Este modelo estaba basado en una serie de criterios que definen al libro, el cual estaba forrado y en la cubierta se colocaba una tarjeta escrita por alguien que ya había leído ese libro, todo con la finalidad de que quien lo comprara compartiera el mismo amor por la publicación.

¿Quién retomó las citas a ciegas con un libro en México?

Los hermanos González, responsables de la librería Ediciones Jofer, forraron los libros que ofrecerían a los asistentes de la Feria del Libro, en Tijuana, Baja California. Sobre los ejemplares colocaron una tarjeta en la que escribieron la síntesis del libro con distintas frases.

“Lo adoptamos y quisimos hacerlo un poco distinto, con la frase en la parte de afuera del libro, para dejarle esa chispa de sorpresa a la gente”, dijo a la agencia de noticias EFE, Enrique González, uno de los libreros responsables de esta iniciativa en la Feria del Libro en Tijuana.

¿Quiénes son los más interesados en estas citas a ciegas?

El público joven. Ellos son los más atraídos por las frases motivacionales, esas a las que suelen recurrir para postear en las diversas redes sociales. Con enunciados como “lo que busca se encuentra”, “los soñadores son los salvadores del mundo” o “fallar es la mejor manera de aprender”, los jóvenes lectores se ven atraídos para comprar un libro sin saber que se pueden encontrar con una publicación de Milan Kundera, Fernando Savater, Enrique Krauze o el mismo Carlos Fuentes.

Esta parece una buena idea que podría retomarse no sólo para aumentar las ventas de libros en México, sino también para motivar a la ciudadanía a tomar un libro y ponerse a leer. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de la población de 18 años en adelante, 45 de cada 100 mexicanos leen por lo menos un libro al año. La cifra disminuyó respecto a la del 2015, cuando por lo menos 50 de cada 100 ciudadanos leyó un libro anualmente.

Con información de Cultura Colectiva