Uruapan, Mich.- Uno de los estandartes en cuanto al arte y la cultura Uruapense se refiere, es Manuel Perez Coronado, quien a través de sus murales y pinturas dejó un legado que hasta nuestros días debería ser la máxima prioridad preservarlo. A unas semanas del cierre y posterior vinculación del Centro de Artes Plásticas «El Colibrí» con el Centro de Artes Uruapan; es preciso recordar la figura responsable de la fundación de este centro artístico en 1970; además, con un libro homenaje ya publicado titulado «Una intensa llama. Vida del pintor Manuel Perez Coronado» las obras, tanto artísticas como sociales que realizó durante su vida.
Cursó sus estudios artísticos en la academia San Carlos de México, forjándose como dibujante, pintor y grabador acompañado de Alfredo Zalce. Creó el periódico Calaveras, que debido a su calidad es conservado en las colecciones de grabado mexicano.
Si bien la carrera artística de Mapeco fue sobresaliente, llegando a consolidar murales que hoy en día adornan lugares emblemáticos del país. Mapeco fue un gran activista en pos de los derechos indígenas, llegando a crear varios centros de educación artística para niños indígenas a lo largo de Tabasco y Michoacán. Además de crear escuelas especializadas para la alfabetización de adultos mayores, las cuales él mismo ilustraba y se encontraban en la ciudad de Pátzcuaro, Michoacán.
Mapeco siempre mostró un profundo amor y respeto por las culturas indígenas del país, con las que convivió la mayor parte de su vida y fue voz para miles de ellos que simplemente eran ignorados por el gobierno, y la cambiante sociedad. Incluso reforzaba su cultura creando obras literarias ilustradas donde se hablaba de la cultura purépecha y lo importante que ésta es, con el fin de que niños y adultos se sintiesen orgullosos de pertenecer a ella y se esfumara el terrible prejuicio hacia los pueblos indígenas por parte de la sociedad.