Gracias, es una palabra, que, con tan solo siete letras, encierra dentro de sí misma, un potencial positivo, tan abrazador, que puede ser liberado en el instante de su pronunciación. Su significado, engloba el más simple de los conceptos, pero que, bien aplicado, marca la diferencia en cualquier lugar, en cualquier persona. En un contexto actual, socialmente activo, esta palabra, puede marcar la diferencia, ya que vivimos en una cultura, donde se suelen ver más los errores, los fracasos, lo que no se tiene, lo que no se quiere, provocando una contaminación de actitudes negativas que afectan de manera individual y colectiva a las personas.
La palabra gratitud, procede del latín “gratitudo” y, según la RAE, es “el sentimiento que nos obliga a estimar (valorar) el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera”.
Una persona negativa, que no ha desarrollado el agradecimiento, puede considerarse, como alguien quejoso, negativo, juicioso y dado a tener pensamientos, palabras y actitudes negativas. En ejemplo, es como un conocido (al cual en alguna ocasión hemos tenido contacto con Él), que padece la enfermedad del “el mal aliento”, te darás cuenta, que todo el mundo sabe de su problema, pero pareciera que él no logra identificarlo. Así mismo es la persona mal agradecida, de todo se lamenta, de todo se queja, se enoja, se victimiza, no puede disfrutar la vida, su familia, sus amigos, el maravilloso tiempo que vive. En nuestra cultura, hay personas así, en lugar de ser agradecidos, hacen lo contrario. Cada día se levantan, sin propósito, tratando de llenar su vida con quejas, con criticas, con penas, y dejándose llevar por la inmensidad de los problemas, el estrés agobiante y la insatisfacción de lo que no se tiene.
Dar las gracias, te hace valorar y conservar lo que ya eres, tienes y haces. Y lo más importante, tu mente, se alegra y tranquiliza, se calma para emprender, innovar, avanzar y tomar decisiones con sabiduría para cada día de tu vida. Al expresarlas con tu boca, todo tu ambiente alrededor comenzará a ser transformado, porque entonces, se liberará el potencial positivo que conlleva el significado de la palabra para las personas que te rodean.
Estudios sobre la gratitud
Ahora bien, mira el potencial que libera este elogio, comprobado científicamente. En un estudio de gratitud, realizado por Robert A. Emmons, en la Universidad de California y la Universidad de Miami. Se descubrió que las personas que llevaron a cabo actividades diarias en conjunto con una actitud de agradecimiento, aunque en cada caso no fuera de su agrado, resultaron con menos problemas de salud, menos estrés, menos depresión, tenían mejor rendimiento estudiantil y de trabajo, mejoraron sus relaciones familiares y sociales, en comparación de los demás que siguieron su vida al mismo ritmo que ya tenían.
“Solo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de la gratitud”
Jean de la Bruyére.
Según la Universidad de Oxford, cultivar la gratitud tienen recompensas como:
- Disminuir la presión arterial y fortalecer el sistema inmunológico más fuerte.
- Mejora el optimismo, la felicidad y la resiliencia.
- Fortalece las emociones más positivas y más relajadas.
- Reduce el sentimiento de soledad y aislamiento.
- Reduce el estrés, la depresión, y ayuda a descansar mejor el cerebro, provocando un sueño más placentero.
Según la Universidad de Harvard, una buena forma de ser agradecido es considerando los siguientes puntos:
- Antes de levantarte, centra tus pensamientos en cosas positivas, si es posible, escríbelos. Se agradecido con lo que tienes, con Dios. Agradece lo que tienes, tu familia, tu salud, un hogar, etc.
- Lleva un registro de las cosas con las que has sido bendecido. No anotes lo que no tienes, enfócate en lo que tienes y por aquellas cosas que estas agradecido.
- Escribe o da las gracias a las personas que han influido en Tu vida para bien en el pasado, y hazles recibir esa carta de agradecimiento. Elogia a las personas que te rodean.
- Rodéate de personas positivas, que te valoren y a los cuales tú también les puedas aportar una palabra de elogio o de agradecimiento.
- Sal a caminar, ve a tu alrededor, el paisaje, el lugar donde vives, la gente que te rodea, no veas lo que no tienes o quisieras tener. Da gracias por lo que puedes disfrutar. Participa en contribuir a la sociedad, ayuda a los demás.
La próxima vez, que recibas algún presente, que alguien te lleva la comida, haga algún detalle, cuando recibas buenas o malas noticias. En la escuela, o en el trabajo, al dormir o despertar, con la familia, con los amigos o con algún desconocido, simplemente “se agradecido”. La próxima vez, que llegues tarde a un lugar, cambia el «Perdón por llegare tarde», a «Gracias por esperarme», «Gracias por su paciencia», veras cambios en tu ambiente cotidiano.
“Solo hay dos formas de vivir la vida; una es pensando que nada es un milagro y la otra, es creer que todo lo es.” Albert Einstein.