«No se dice ‘¿qué?’, se dice ‘¿mande?'», solían corregir los adultos. Hoy, algunos evitan esta expresión porque «denota sumisión».
Una de las expresiones que más llama la atención de otros hispanohablantes es la contestación “¿mande?”, la cual suele reemplazar al “¿qué?”. Aunque cada vez está más en desuso, hasta hace unos años era considerado de mala educación contestar con el imperativo o interrogativo “¿qué?”, ya que se apreciaba como una respuesta seca. Los mayores solían corregir a los niños con la frase “No se dice ‘¿qué?’, se dice ‘¿mande?’”.
En los últimos años una mirada crítica al “¿mande?” ha provocado que de forma consensual se afirme que es una expresión que revela sumisión. Del mismo modo que otros hispanohablantes, actualmente una gran cantidad de mexicanos piensan que el “¿mande?” es una expresión con carga histórica colonial.
La lingüista Concepción Company, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), declaró a la BBC que “una marcador vernáculo, que sin duda se identifica como mexicano”. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) no tiene una acepción particular para esta forma del verbo mandar. Sin embargo, la AML sí lo clasifica como una forma de responder.
“¿Mande?”, una expresión de cortesía mexicana y no de sumisión: Company
De acuerdo con Company, mientras a algunos mexicanos les parece totalmente natural, para un extranjero la impresión que da “es que se trata de sumisión del hablante hacia él”. Sumado a lo anterior, se suele pensar que el mande es una contestación servil nacida en el sistema de castas colonial. Se dice que las castas más bajas en la escala social solían responder con un “comándeme”, que posteriormente evolucionó al “mándeme usted”, a los patrones y nobles. Empero, de acuerdo con Company, no existe ningún registro escrito que fundamente que esta forma de uso del verbo mandar sea una imposición colonial.
“Más de 9,000 documentos y no hay ni un sólo ‘¿mande?’ en el periodo colonial”, refiere Company. Sin embargo, sí existen fórmulas como “mandé a hacer”. Asimismo, el escritor Juan de Alarcón (1581-1639) escribe “mande vaucé (mande vuestra merced)”.
Por ello, Company deduce que el uso del “mande” es una expresión respetuosa y no implica sumisión colonial. Cabe destacar que su uso se extendió a todas las clases económicas y sociales, sirviendo para responder sin distinción a personas ricas o pobres.
“Que se percibe como sumisión, sí. Los extranjeros lo perciben como sumisión efectivamente, pero porque es un verbo de mandato, es un causativo de mandato y obviamente es muy fuerte”, indica Company.
Asimismo, la filóloga señala que el uso del “¿mande?” también fue común en algunas regiones rurales de España. Por lo tanto, se trata de una expresión semejante al “¿viste?” argentino, la cual no se reduce a la literalidad. Bajo esta perspectiva, el uso del “¿mande?” no implica hospitalidad ni sumisión, por lo cual su uso no es incorrecto.
Fuente: México Desconocido