La mente es un músculo que necesita entrenamiento para su correcto desarrollo, al igual que el resto del cuerpo.
Si quieres mejorar tus sesiones de estudio para recordar más fácilmente lo que aprendiste, prueba estos 5 trucos:
1. Organízate. No dejes todo para el final
Organiza tu tiempo, así ayudarás a tu mente a procesar adecuadamente la información.
Varios estudios han probado que los alumnos que estudian regularmente recuerdan mucho mejor lo estudiado a los que dedicaron sesiones maratónicas al aprendizaje del mismo material.
Contar con tiempo planificado hará que tu cerebro sienta menos presión y así absorberá la información más fácil.
2. Estructura y organiza la información
Simplifica, esquematiza, analiza y relaciona.
Estructurando y organizando los materiales de estudio, agrupando los conceptos similares o haciendo resúmenes con notas tomadas a lo largo de la sesión de estudio, hará que sea más sencillo recordar la información relacionada, mejorando el aprendizaje.
3. Visualiza los conceptos, así los recordarás más fácil
La visualización es una de las técnicas más utilizadas que da buenos resultados.
Puedes fijarte en las imágenes (fotos, esquemas, gráficos), utilizar colores y símbolos propios, hacer mapas mentales, dibujos personales, etc.
Otro truco es adornar tus apuntes porque te ayudará a visualizar mejor la información y a tener un material de estudio más alegre y positivo.
4. Cuéntale a otro lo que has aprendido
La lectura en voz alta de la información mejora significativamente el proceso de memorización, según varias investigaciones.
Los educadores y los psicólogos han descubierto que cuando los estudiantes enseñan nuevos conceptos a los demás mejora su comprensión y el recuerdo de los mismos.
Para aprovechar esta técnica puedes estudiar con un compañero o pedirle a alguien de tu familia o de tu entorno que te escuche.
5. Reestructura el material
Varios investigadores encontraron que el orden de la información puede jugar un papel importante en el recuerdo.
Esta técnica consiste en reestructurar la información, empezando por lo que consideremos más sencillo de recordar, para luego dedicarle más de tiempo a lo que nos resulte más difícil.
Desmenuza la información y conviértela en algo fácil de digerir. Encuentra lo que más te cueste procesar y dedícale más de tiempo.
Fuente: Culturizando