Este martes, el Papa Francisco presentó una mejoría en comparación con el lunes, manteniendo un estado de salud estable dentro de un cuadro clínico complejo. De acuerdo con la información proporcionada, el Sumo Pontífice pasó una buena noche, descansó y por la mañana se dedicó a la oración. Ya no requiere ventilación mecánica asistida, sin embargo, aún no ha superado la neumonía bilateral que lo aqueja. Además, se informó que padece una bronquitis asmática aguda crónica, lo que complica su recuperación. A pesar de ello, los médicos han destacado que el Papa ha permanecido lúcido, reactivo y colaborando con su equipo médico.

En cuanto a su eventual regreso a casa, el Vaticano ya se encuentra evaluando opciones para su alojamiento, ya que su residencia actual en la Casa Santa Marta no es ideal para evitar nuevas infecciones. Se está considerando remodelar su espacio o incluso trasladarlo nuevamente al Palacio Apostólico, donde podría recibir una mejor asistencia en caso de una crisis respiratoria.

Debido a su estado de salud, el Papa Francisco no participará en las celebraciones de Cuaresma y Semana Santa. En su lugar, el predicador capuchino Roberto Pasolini será el encargado de presidir los ejercicios espirituales que comienzan este domingo, los cuales tendrán como tema “La esperanza de la vida eterna”. Desde el Vaticano han aclarado que esta elección fue realizada con antelación y no está relacionada con la situación actual del Pontífice.

Por el momento, no se ha definido una fecha para su posible alta médica, pero el Vaticano continúa monitoreando su evolución y tomando previsiones para garantizar su bienestar.