La condición necesaria para testimoniar a Jesús en el mundo es estar unidos a él. Para explicarlo Jesús utiliza la figura de la vid y los sarmientos: Si los sarmientos no están unidos a la vid, estos ni darán fruto y morirán. Así pasará con los creyentes, si no están adheridos a Jesús, no sólo no darán fruto, sino que además perecerán.
Tu vida tiene sentido si tienes un centro que te sostengan sobre todo en las borrascas. El único que le da sentido a tu vida es Cristo. Confiar solo en el hombre, no es suficiente porque no hay consistencia divina.
Participar solo a misa o a una peregrinación a la Basílica de nuestra Señora de Guadalupe, no es suficiente para afirmar que tu vida está unida a Cristo. Está siempre unido a Cristo para que tus palabras, actitudes, e ideas sean como las de Cristo.