Cada 29 de junio la Iglesia celebra la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, dos de los más grandes y reconocidos apóstoles.

A continuación, damos cinco razones para entender el porqué se celebran en la misma fecha:

1.- Ambos son fundadores de la Iglesia de Roma.

Jesús dijo: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Con estas palabras, Simón Pedro pasó a ser “la roca” de la Iglesia y se comprometió a apacentar el rebaño de Dios a pesar de sus debilidades humanas. Luego de la Resurrección y Ascensión de Cristo, Pedro asumió con humildad ser cabeza de la Iglesia, dirigió a los Apóstoles y se encargó de que los discípulos mantuvieran viva la verdadera fe.

Pablo era conocido como Saulo de Tarso antes de su conversión. Luego del encuentro con Cristo continuó hacia Damasco donde fue bautizado y recobró la vista. Es reconocido como el apóstol de los gentiles y pasó el resto de su vida predicando el Evangelio sin descanso a las naciones del mundo mediterráneo.

2. Son columna espiritual de la Iglesia

En 2015, el Papa Francisco manifestó que San Pedro, San Pablo y la Virgen María “son nuestros compañeros de viaje en la búsqueda de Dios; son nuestra guía en el camino de la fe y de la santidad; ellos nos empujan hacia Jesús, para hacer todo aquello que Él nos pide”. El Santo Padre explicó que “la gloriosa herencia de estos dos Apóstoles es motivo de espiritual orgullo para Roma y, al mismo tiempo, es un reclamo a vivir las virtudes cristianas, en modo particular la fe y la caridad.

3. Ambos padecieron en Roma

San Pedro y San Pablo fueron detenidos y martirizados en la prisión Mamertina, también llamada el Tullianum, ubicada en el foro romano en la Antigua Roma. San Pedro pasó sus últimos años en Roma liderando a la Iglesia durante la persecución, hasta que en el año 64 fuese crucificado cabeza abajo a petición propia, pues no creía ser digno de morir como su Señor. Por otro lado, San Pablo fue decapitado en el año 67. San Pedro, fue enterrado en la colina del Vaticano y la Basílica de San Pedro está construida sobre su tumba y San Pablo está enterrado en esta misma Basílica.

4. Son patronos de Roma y representantes del Evangelio

En la homilía del 2012 por la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, Benedicto XVI llamó a estos dos apóstoles “patronos principales de la Iglesia de Roma”.

5. Son la versión contraria de Caín y Abel

Benedicto XVI también presentó un paralelismo opuesto con la hermandad presentada en el Antiguo Testamento entre Caín y Abel, pues ellos fueron muestra del efecto del pecado, y en lo opuesto, San Pedro y Pablo construyeron un modo nuevo de ser hermanos.