Al multiplicar los panes, Jesús está dando una prueba de su divinidad que la gente no logró descubrir; sin embargo hemos de leer el pensamiento de Jesús. El pan es multiplicado con ocasión de la Pascua. Es Jesús que toma la iniciativa, es Jesús que sabe lo que va a hacer. Jesús no piensa solo en el pan material, sino en el regalo del Pan Eucarístico que sigue saciando a millones de personas.
Pedir el pan nuestro de cada día es importante. Los paisanos de Jesús se entusiasmaron al ver la multiplicación de los panes, pero no lograron descubrir que Jesús estaba preparando el regalo de la Eucaristía a todas las generaciones. Acércate al Pan de vida, el Pan eucarístico que te da la vida eterna.