«La música es un conjunto de sonidos y silencios, la unión de la armonía, melodía y ritmo que, al ser ejecutados de la forma correcta, tienen el poder de influir en los sentimientos de las personas».
La música no es sólo ruido, va mas allá de eso; al interpretar una pieza musical se puede analizar cada una de las notas y cada acorde, no sólo por su tonalidad, sino por su carácter, ese carácter que provoca un sentimiento. Una tonalidad menor es aquel sonido que provoca un ambiente solemne, o incluso puede considerarse una tonalidad triste por el carácter de su sonido, mientras que una tonalidad mayor influye más a un ambiente de alegría; asimismo hay tonalidades como los bemoles que generan un sonido más oscuro y suave, y tonalidades abiertas que provocan un sonido más brillante. Existe un punto donde una tonalidad se une con letra, en ese momento se transforma en canción, se materializa una idea y un sentimiento que el autor quiere expresar, y es el momento de escuchar cada parte de la letra y encontrar la tonalidad que cuente la historia, eso es música, poder escuchar algo y sentirlo, incluso conocer la historia de una canción solo por la armonía, envolverte en esa atmósfera donde nada más importa, donde puedes perderte en la música, donde puedes expresarte con libertad.