Cuando hablamos de destilados mexicanos, las opciones obvias que llegan a nuestra mente son el tequila y el mezcal. Sin embargo –entre otras opciones– hay una a la que vale la pena darle una oportunidad: se trata de la charanda, un destilado de caña de origen mexicano, que promete convertirse en tu mejor alternativa para el ron.

¿Qué es la charanda?

La charanda es una bebida que se obtiene fermentando y destilando caña de azúcar, ya sea utilizando jugo, melado, piloncillo o melaza. La bebida obtenida podría reconocerse como un ron, pero tiene una cantidad de azúcar mucho mayor. Como resultado, la charanda tiene un sabor más dulce y es más aromática.

Charanda: una bebida originaria de Michoacán

El cultivo de la caña en Uruapan, Michoacán, existe desde el año 1550. Desde entonces, esta región ha destacado como productora de dicha planta. Además, debido a que Uruapan es una región de transición entre Tierra Caliente y la zona Lacustre, y a que en ella existe un gran número de volcanes extintos, la caña de azúcar tiene un sabor muy particular que transfiere a la charanda.

Esta bebida cuenta con una certificación de origen en la que se reconoce a la región de Uruapan como su centro de procedencia. De hecho, el nombre de este destilado viene del cerro La Charanda, ubicado en esta región. La palabra significa “tierra colorada”.

No obstante, tuvieron que pasar muchos años para que esta dulce y embriagadora bebida pudiera comercializarse de manera más formal. Una de las primeras marcas fundadas fue Uruapan en el año 1907. Esta marca nació gracias a Cleofás Murguía Liera

Cabe destacar que el 27 de agosto del 2003, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) presentó la declaratoria de protección Denominación de Origen para la Charanda. Esto debido a que expertos reconocieron que ningún otro destilado de caña que no sea producido en Uruapan ni con las condiciones en las que se hace la charanda, puede recibir dicho nombre.

¿Cómo se hace la charanda?

Esta bebida es una de las pocas que siguen produciéndose de manera completamente artesanal. Para hacerla hay un ingrediente clave: la caña de azúcar. Sin embargo, no es cualquier tipo, sino la que es cultivada en la zona de Tierra caliente y la zona Lacustre. Aquí la caña tiene un mayor contenido de azúcar.

El ingrediente principal se procesa para obtener melaza, jugo, piloncillo o melado. Luego se somete a un proceso de fermentación, y posteriormente a dos destilaciones, para obtener un volumen alcohólico de entre 50 y 55 grados. Para terminar, la bebida reposa en barricas de roble y encino, donde adquieren su característico tono ámbar.

¿Cómo se toma la charanda?

Si tienes una charanda añeja, lo mejor es tomarla en las rocas. Sin embargo, también puedes usarla en coctelería, de la misma manera en la que mezclarías un ron.