Después de la contingencia disfrutemos de la maravillas de nuestra tierra, en especial de nuestro México, ya que tiene tanto que ofrecer, cada estado es como un pequeño país impregnado de sabor, cultura y tradición milenaria, es el caso de Michoacán que ofrece espectaculares experiencias, que podemos vivir en sus bosques, pueblos, ciudades y costas.
A continuación te contamos un poco mas de faro bucerías, donde puedes recrearte y conocer mas de Michoacán.
Salimos desde Zihuatanejo hacia nuestro próximo destino no sin antes disfrutar de un delicioso desayuno en el restaurante El Vigía.
Después de un viaje de poco más de seis horas por la carretera Zihuatanejo-Manzanillo, finalmente llegamos a Faro de Bucerías, en Michoacán.
Esta bahía nos sorprendió por el color del agua que va del azul turquesa al azul marino, además está cercada por numerosos peñascos e islotes que le añaden una belleza inigualable a esta playa casi virgen.
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Una cabaña para soñar
Aquí no encontramos hoteles lujosos como sucede en los grandes destinos turísticos, por lo que decidimos alquilar una pequeña cabaña rústica para pasar la noche en lo alto de un peñasco, desde donde pudimos apreciar una imponente vista a toda la bahía, mientras que al otro lado disfrutamos de un hermoso atardecer al Océano Pacífico.
A lo largo de la bahía, también pudimos observar otras opciones muy económicas para hospedarse, como enramadas donde puedes instalar tu tienda de campaña y dormir bajo el cielo estrellado a la orilla de la playa. En cada ramada también hay pequeños restaurantes que ofrecen una variedad de platillos a base de mariscos y pescados, principalmente.
Por la noche, disfrutamos de la suave brisa fresca que soplaba a la bahía, aquí tuvimos la fortuna de admirar una tortuga negra a la orilla de la playa; fue un momento mágico, ya que era la primera vez que veía una tortuga tan grande fuera del agua.
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Explorando los alrededores
A la mañana siguiente, antes de partir de este destino ecológico, disfrutamos de un delicioso desayuno con vista al mar en una de las numerosas enramadas ubicadas a lo largo de la bahía.
Desde aquí pudimos apreciar con mayor detalle las islas y peñascos frente a la bahía, que además de ofrecer una vista majestuosa, son el santuario de diversas especies de aves marinas. También tuvimos la fortuna de observar un par de tortugas negras que nadaban cerca de la orilla de la playa.
Bajo estas islas y peñascos se pueden apreciar también hermosos arrecifes de coral que albergan una diversidad de vida marina. Se pueden explorar el fondo marino realizando actividades como buceo o snorkel, donde podrán encontrar además los restos de un barco pesquero japonés que se hundió a principios del siglo XX.
Se recomienda visitar el faro, ubicado a un extremo de la bahía y que da nombre a este lugar, desde donde se puede apreciar una vista inigualable a toda la extensión de la bahía y disfrutar de inmejorables atardeceres al Océano Pacífico.