¿Recuerdas al señor de los merengues? El vendedor de ese delicioso dulce que hasta hace unos años era popular en las calles de la Ciudad de México. Sus vendedores solían pasearse con una gran charola repleta de estos dulces, misma que soportaban con una sola mano durante su largo trayecto.
Además de merengues, los vendedores traían consigo alegrías, pepitorias y gaznates. El gaznate se elabora con un cilindro echo de masa y con la textura de un buñuelo, el cual se rellena con merengue rosado. Es consumido principalmente en los estados del centro de México y Oaxaca.
La historia del merengue es muy antigua, sin embargo, su arraigo cultura ya era ilustrado por Diego Rivera en su Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central de 1947. En la imagen se muestra un merenguero con su charola en la que transporta los deliciosos dulces tradicionales y vestido con la ropa de manta, indumentaria ya extinta en el centro de México. Allí, el merenguero comparte la primera plana junto a la Catrina y los héroes nacionales.
Una de las características más llamativas de los merengueros era la forma en que se vendían sus dulces. Cuando alguien compraba uno de estos dulces, el vendedor ofrecía echar un volado. Si el vendedor ganaba, el comprador debía llevarse dos merengues, de lo contrario el producto era gratis. Por eso, se dice que para ser merenguero se necesita tener muy buena fortuna.
Cada vez es menos frecuente la venta de merengues, sin embargo, con un poco de suerte, aún pueden encontrarse algunos merengueros dispuestos a dejar que el águila o sol defina su fortuna.
La creación del merengue se atribuye al pastelero Gasparini en 1600 en Francia. Sin embargo, fue la hija del rey Estanislao I Leszczynski quien puso de moda este dulce durante su boda con Luis XV.
Para 1747, la española Juana de la Mata dedica un espacio a los merengues en su libro Arte de la repostería. Por ello, no es de dudarse que el dulce y sus distintos estilos pudieran ya estar presentes en México desde aquella época.
El merengue mexicano se realiza batiendo las claras de huevo hasta que se esponjen y alcancen el punto de nieve. Se le agrega un poco de azúcar y su chorrito de pulque. Finalmente se pinta con colorante vegetal rosa.
De acuerdo con José Luis Hernández, merenguero con más de treinta años de experiencia, existen tres tipos de merengues: Los crudos, los gaznates y el horneado. El último se diferencia por ser ligeramente horneado, lo que le da una textura más solida al merengue aunque mantiene su relleno cremoso.
En cuanto a la fortuna actual de los merengueros relata para México Desconocido:
“Han bajado las ventas, sin embargo, sigue siendo un buen negocio y nos da para comer”, comentan entre carcajadas y bromas.
Aunque José Luis lleva mucho tiempo vendiendo merengues frente al restaurante Las Costillas de San Luis en la colonia Roma, se ha visto en la necesidad de innovar. Actualmente también comercia su producto a través de su cuenta de Instagram “merengues_merengues“. Debido a la baja en la demanda, también comenta que los volados ya están obsoletos.
“Ya casi no se estila, no podemos poner en riesgo lo que sí se vende, ya que no se compensa. Ahora también vendemos dulces para fiestas y eventos”.
Finalmente, el merenguero de la calle de San Luis en la colonia Roma nos relata que toda su familia se ha dedicado a este oficio, mismo que heredó y que comparte con hermanos y algunos primos.
Fuente: México Desconocido