¿Qué tanto sabes de cuando los mexicanos combatieron a los japoneses? Te contamos brevemente cómo participó México en la Segunda Guerra Mundial.

Una mañana de mayo de 1945 un compacto grupo de pilotos mexicanos combatieron a los japoneses establecidos en un rincón de Filipinas. Los pilotos encendieron sus pesados pero eficientes aviones caza P-47 para hacer algo que no se atrevía ni los más arriesgados pilotos estadounidenses: internarse en las zonas selváticas de las islas para bombardear los campamentos y almacenes de artillería que la milicia japonesa tenían en la región.

Aquel grupo de pilotos se llamaba la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM), alias Escuadrón 201. Aquella primera misión fue para ellos tan emocionante como letal: dejaron caer a los enemigos bombas de 500 y 1,000 libras, ametrallaron a los nipones hasta obligarlos a replegarse, conforme pasaron los días rasuraron de invasores lo mismo poblados que islas completas, los P-47 regresaban a la base perforados por las balas japonesas que intentaban tumbarlos.

Los pilotos mexicanos combatieron a los japoneses conformando el Escuadrón 201, algunos de ellos afirmaron que durante los combates, derivado de las ráfagas que recibían los P-47 empezaban a soltar tanto aceite que éste les tapaba la visión de los parabrisas, lo cual hacía que aterrizaran casi por deducción, los operadores de aquellos pesados caza fueran tanto militares como acróbatas.

El Escuadrón 201, compuesto por 16 pilotos  y 280 integrantes de tropa como mecánicos radioperadores, artilleros y cocineros, habían llegado a Filipinas el 1ro de mayo de 1945 tras una travesía de 34 días en un barco de la armada estadounidense, mismo que habían abordado en San Francisco, California, tras un entrenamiento que la milicia estadounidense les dio durante varios meses.

Estaban ahí con anuencia del gobierno mexicano luego de que submarinos alemanes torpedearan y hundieran dos barcos petroleros que estaban surtiendo del hidrocarburo a los Estados Unidos: Potrero del Llano (13 de mayo de 1942) y el Faja de Oro (20 de mayo de 1942).

El presidente de entonces, Manuel Ávila Camacho, se vio obligado a pronunciarse al respecto y pidió al gobierno alemán que ofreciera una disculpa por el “error”, que repusiera los navíos destruidos y que indemnizara a los marinos que perdieron la vida. La nación germana no lo hizo, por el contrario, hundió dos barcos mexicanos más:

  • Las Choapas (27 de junio de 1942)
  • Amatlán (4 de septiembre)

México, que hasta entonces se había mantenido como una nación neutral en la Segunda Guerra Mundial, tuvo que declararse en “estado de guerra” y aliarse con Estados Unidos en la batalla contra las fuerzas del Eje, compuesto por Alemania, Japón e Italia.

Con el general Lázaro Cárdenas como comandante de la zona del  Pacífico la nación decidió enviar a una representación de la Fuerza Aérea Mexicana a combatir junto con Estados Unidos.

De entre todos los escuadrones se eligió al 201 por ser hasta el momento el mejor conformado y preparado, se pidieron voluntarios para esta misión, que es lo que se hace cuando las misiones son peligrosas y con altas probabilidades de morir al frente, y fueron enviados a Estados Unidos para ser entrenados. Existen fotografías del momento en el que los integrantes del 201 son despedidos por sus familias en la estación de trenes de Buena Vista el 24 de julio de 1944.

Tras el fin de su entrenamientos fueron enviados a Filipinas en un barco que la milicia estadounidense usaba para cargar equipo, pasados varios días en altamar les dijeron que se dirigían a Filipinas, mientras que el barco cambiaba la ruta cada 10 minutos para evitar emboscadas del enemigo.

Con 34 días en altamar los mexicanos llegaron a Filipinas el 1ro de mayo de 1945. La misión era desalojar a los japoneses que habían invadido la región, con aviones que portaban en el fuselaje un dibujo de “Pancho Pistolas” y bombas con la leyenda “Buen provecho con este taquito” liberaron zonas invadidas a los pocos meses, sin embargo aunque se creía que la participación del Escuadrón 201 duraría muchos años, sólo estuvieron unos tres meses más cuando Japón se vio obligado a rendirse luego de que Estados Unidos lanzara bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki.

Sin embargó, Violeta Campos refiere que los mexicanos combatieron en la Segunda Guerra Mundial y pusieron fuera de combate a 30,000 soldados japoneses, destruyendo infraestructura, armas y convoyes de abastecimiento y refuerzo.

Fuente: México Desconocido