En el corazón de una historia de emprendimiento y pasión, nos sumergimos en una entrevista reveladora con María Guadalupe Cruz, la mente maestra detrás del exitoso negocio «Doña Churros». Con más de dos décadas de historia, Doña Churros ha pasado de ser una modesta mesa en la cochera de su casa a convertirse en un referente local de delicias irresistibles.

Un comienzo dulce en casa

En una amena entrevista la Sra. Lupita, como le conocemos nosotros, inició compartiendo sus humildes inicios hace aproximadamente 21 años, cuando comenzó con una pequeña mesa en la cochera de su hogar. Vendiendo inicialmente chicharrones, churritos y puerquitas, el nombre «Doña Churros» surgió de los apodos cariñosos de los niños de la secundaria.

Crecimiento silencioso y apoyo Familiar

Cuando le preguntamos sobre el crecimiento del negocio, «Doña Churros» confiesa que el éxito fue gradual, sin una fecha exacta de expansión. Sin embargo, destaca la importancia del apoyo familiar, reconociendo que, al principio, ella misma no podía costear personal, y su familia desempeñó un papel crucial, aunque a veces significara sacrificar un poco de la infancia de sus seres queridos hijos.

Anécdotas y experiencias inolvidables

Al explorar las experiencias que han dejado huella en su carrera, «Doña Churros» comparte que el proyecto se expandió a medida que la demanda crecía. La anécdota más significativa se desencadenó cuando se dio cuenta de que necesitaba más manos para satisfacer a sus clientes, lo que marcó el inicio de una fase expansiva. Con siete años en el actual local, «Doña Churros» destaca que el negocio se mantiene estable y sigue evolucionando, agregando nuevos productos al menú, como los populares Dorilocos y malteadas.

Doña Churros: Presente y Futuro

Al preguntar sobre la visión futura, «Doña Churros» se visualiza a sí misma y al negocio de manera similar en cinco años. Aunque descarta la idea de abrir más sucursales, destaca su compromiso con la calidad y la variedad para satisfacer las preferencias cambiantes de sus clientes. Agradece a su clientela por el éxito continuo, invitándolos a disfrutar de la amplia variedad de botanas que ofrecen.

Un mensaje de agradecimiento y compromiso

En el cierre de la entrevista, «Doña Churros» agradece a sus clientes por ser la fuerza impulsora detrás de su constante renovación y la incorporación de nuevos productos. Invita a todos a deleitarse con la variedad de botanas que Doña Churros tiene para ofrecer y agradece a la comunidad por su apoyo inquebrantable.

Conclusión: Un viaje dulce y satisfactorio

La historia de Doña Churros es un testimonio de perseverancia, pasión y amor a lo que hace día a día. María Guadalupe Cruz, «Doña Churros», ha convertido un modesto inicio en un imperio de sabor, donde cada bocado cuenta una historia de dedicación. Doña Churros no solo es un negocio; es una experiencia de sabores que ha dejado una marca indeleble en la comunidad, prometiendo seguir deleitando paladares y ofreciendo sabores que trascienden el tiempo.