Alrededor del 40% de los cánceres se pueden prevenir con hábitos de vida saludables, según la Asociación Española Contra el Cáncer. Esto significa evitar el tabaco, hacer ejercicio diario (protege especialmente contra el cáncer de colon, que causa más de 13.800 muertes al año en España), tomar el sol con moderación, controlar el peso (la obesidad y el sobrepeso causan entre 6.000 y 14.000 muertes por cáncer), moderar el consumo de alcohol y mantener una dieta equilibrada.

 

 

Las frutas ricas en vitamina C, como la naranja y el pomelo, pueden reducir el riesgo de cánceres de estómago, esófago, mama y vejiga.

Los oncólogos recomiendan consumir en abundancia alimentos anticancerígenos como el brócoli, el pescado azul, el ajo, el tomate y los arándanos, que contienen compuestos químicos que combaten las células cancerosas. En general, aconsejan una dieta rica en cereales integrales, legumbres, verduras y frutas, y limitar el consumo de alimentos altos en calorías, ricos en azúcar o grasa, bebidas azucaradas y carnes rojas.