— Hola Leibig, un gusto conversar contigo. Para comenzar, ¿puedes contarnos un poco sobre tu trayectoria?

— Hola, muchas gracias. Bueno, mi nombre es Leibig Gómez, soy originario de Uruapan, Michoacán. A los 16 años emigré a los Estados Unidos buscando mejores oportunidades tanto para desarrollarme como artista como para crecer personalmente. A lo largo de los años me desempeñé en diversos empleos, pero nunca dejé de lado mi verdadera pasión, que es el arte. Desde muy joven supe que era lo único que me hacía sentir pleno y útil para la sociedad. Me he dedicado principalmente a la escultura y a la talla en madera, desde un enfoque moderno y contemporáneo, intentando siempre comunicar mis emociones y mi visión de la vida. Llevo más de 30 años inmerso en esta manifestación artística.

— ¡Qué impresionante! ¿Y por qué decidiste enfocarte en la escultura y la talla en madera?

— Mi enfoque siempre ha sido transmitir la importancia de nuestras raíces culturales, especialmente las de mi comunidad y de México. A pesar de haber vivido en diferentes lugares como San Francisco, Reno y más recientemente en Mexicali, nunca he perdido mis raíces. A través del arte, trato de crear conciencia sobre lo valioso que es mantener nuestra identidad cultural. Mi objetivo es llegar a las nuevas generaciones y que aprendan a valorar su origen y estar orgullosas de él.

— Hablando de desafíos, ¿cuáles consideras que son tus retos como artista en la actualidad?

— Mi principal reto es rescatar los valores de la sociedad y motivar a las personas, sin importar su edad o su estatus, a que reconozcan y mantengan vivas sus raíces. Es importante entender de dónde venimos para poder preservarlo y no dejar que desaparezca. Creo que el arte tiene el poder de recordarnos lo esencial de nuestros orígenes.

— Y en cuanto a tu trabajo actual, ¿cuántas obras tienes y dónde podemos verlas?

— Actualmente cuento con unas 30 obras, algunas las tengo en mi estudio y otras adornan mi casa. También hay piezas mías en varias galerías y espacios, como Homenaje and Garden Art en Reno, Nevada, y restaurantes como Bertas Miranda y Hacienda de Don Juan en Estados Unidos. Recientemente, algunas de mis obras están en el Gran Restaurante Chino (Imperial) en Mexicali, además de otras en diferentes casas y oficinas que he diseñado.

— Hablando de tus proyectos recientes, ¿qué nos puedes contar de tu última obra?

— Mi obra más reciente se llama «No me dejes caer en tentación». Está dedicada a todas las personas que luchan con miedos, adicciones y traumas. Con esta pieza, busco expresar la necesidad de pedirle a un poder superior ayuda y protección, para que no nos abandone y no caigamos en la tentación de rendirnos.

— Desde tu perspectiva, ¿cuál es el papel que juega el arte en la sociedad donde resides, y cómo has contribuido a fomentar la apreciación artística?

— Estoy convencido de que el arte y la cultura pueden transformar ideas y maneras de pensar. En Mexicali he tratado de aportar mi granito de arena organizando talleres y charlas, especialmente para los jóvenes, para que puedan ver lo hermoso que es el mundo de las artes visuales. El arte puede ser una herramienta para enfrentar los problemas sociales que vivimos hoy en día.

— Finalmente, ¿hay algo más que te gustaría compartir?

— Sí, solo quiero invitar a quienes lean esta entrevista a que sigamos apoyándonos mutuamente para que el arte purépecha y los artistas michoacanos no desaparezcan. Tenemos que continuar creando obras que reflejen nuestra cultura, nuestros principios y la historia que nos ha forjado.