En el estado de Michoacán podemos encontrar un diversidad cultural desde sus tradiciones, indumentaria, danzas y sus pirekuas. La pirekua es un canto tradicional de las comunidades indígenas que se encuentran dentro del Estado, que es interpretado por hombre y mujeres de diferentes edades; aunque cabe señalar que la pirekua surge antes de la llegada de los españoles al continente americano.
La pirekua, que se canta por regla general con un ritmo lento, puede presentar también estilos no vocales utilizando ritmos diversos como los sones (3/8) y los abajeños (6/8). La pirekua se puede cantar en solo, en dúo o en trío, y también puede ir acompañada por coros, orquestas de cuerda y conjuntos musicales de instrumentos de cuerda y viento a la vez. Los cantantes e intérpretes de la pirekua, denominados pirériechas, son reputados por su creatividad y sus interpretaciones de canciones antiguas. La letra de las canciones, en la que se recurre con mucha frecuencia al uso de símbolos, abarca una amplia gama de temas: desde los acontecimientos históricos hasta la religión, pasando por las ideas sociales y políticas, el amor y los noviazgos.
La pirekua es un instrumento efectivo de diálogo entre las familias y las comunidades p’urhépechas que la practican, y contribuye al establecimiento y estrechamiento de vínculos entre ellas. Los pirériechas cumplen también una función de mediadores sociales, al utilizar las canciones para expresar sentimientos y comunicar acontecimientos importantes a las comunidades p’urhépechas. La pirekua se ha venido transmitiendo tradicionalmente por vía oral, de generación en generación, y no sólo es una expresión cultural que se mantiene viva actualmente, sino que también constituye un signo distintivo de identidad y un medio de comunicación para más cien mil p’urhépechas.
En Noviembre del 2010 la UNESCO, declaro Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de México a la “PIREKUA” (canto tradicional P’urhepecha. Algunas pirekuas más conocidas son: Flor de Canela (Canel Tsitskiki), La Josefinita, Arriba Pichataro (el ponte duro), Jucheti Consuelito, entre otras.
Fuente: UNESCO