La patria es espíritu. Ello dice que el ser de la patria se funda en un valor o en una acumulación de valores, con los que se enlaza a los hijos de un territorio en el suelo que habitan.
Ramiro de Maeztu
Mira cómo va tu Historia. Cómo recorren los hilos que la tejen, como te pinta el sol con esos rayos y el paisaje con sus cuidados. Mira cómo cantas de día y te enamoras de noche, cómo levantas tu rostro y sonríes en tus paisajes. Mira tu piel de silencio y tus montañas de versos. Mira cómo vas y vienes con tus hijos que te quieren y tu horizonte siempre nuevo. Te veo tan nuevo y tan viejos, tan sereno y tan contento, tan verde de primavera y tan de fruto en tus huertos. Pero mira ahora, con esta pandemia con esta realidad mundial tan nefasta y destructora de la vida humana, tan invisible y mortal.
Ahora te miro muy tierno, recoger bajo tus alas a tus hijos amorosos. Los miras, como ellos son, inquietos, rebeldes, desesperados, a veces, porque hace falta el pan en la casa, porque sus trabajos se acabaron o cerraron mientras pasan las contingencias. Te miro triste, bajar tus calles, hacia tu valle de hermosura. Llevas las manos en tus bolsillos como si quisieras olvidar por un momento tus preocupaciones o como si quisieras ocultar los dolores de tus hijos o las congojas de ellos, por esto que está pasando.
Hoy, como cronista, quiero guardar tu historia, quiero narrar tus hechos y decir que te veo valiente, que estás completo, que te mueves aguacatero y te repartes en oxigeno, en aire para tus hijos, que te das en alimento, que circulas por nuestras venas. Quisiera siempre verte con ese tu rostro de tranquilidad.