El breve lapso en el que nos sumergimos en nuestros pensamientos, desconectándonos del entorno externo, es una vivencia compartida por muchos. El acto de soñar despierto, o dejar que la mente divague mientras estamos conscientes, es una práctica extendida. Pero, ¿te has preguntado alguna vez qué sucede en tu cerebro durante estos momentos de reflexión interna?
Un reciente estudio, publicado en la revista Nature y dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard, ha arrojado luz sobre este enigma. Utilizando ratones como sujetos de estudio, los investigadores se propusieron desentrañar los misterios de la actividad cerebral durante el fenómeno del soñar despierto.
Durante la investigación, se monitoreó la actividad neuronal en la corteza visual del cerebro de ratones mientras se encontraban en un estado de vigilia tranquila. Los hallazgos revelaron patrones intrigantes que sugieren que estos momentos de ensoñación podrían influir en la manera en que el cerebro procesa las experiencias visuales. Esto plantea la posibilidad de que dicho fenómeno juegue un papel en la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse y remodelarse en respuesta a nuevas experiencias.
Los científicos han enfocado sus esfuerzos previamente en comprender cómo las neuronas reproducen eventos pasados para formar recuerdos, principalmente en el hipocampo, una región cerebral crucial para la memoria y la navegación espacial. Sin embargo, la corteza visual, otra área del cerebro, había recibido escasa atención en estas investigaciones.
El profesor Mark Andermann, líder del estudio y profesor de medicina en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, señaló la falta de investigación en la actividad neuronal de la corteza visual. Según Andermann, «nuestro laboratorio se interesó en determinar si podíamos registrar suficientes neuronas en la corteza visual para comprender qué es exactamente lo que recuerda el ratón y luego vincular esa información con la plasticidad cerebral».
Durante el estudio, los ratones fueron expuestos repetidamente a dos imágenes diferentes de patrones de tablero de ajedrez, mientras se registraba la actividad de alrededor de 7 mil neuronas en la corteza visual.
Los resultados revelaron que, cuando un ratón observaba una imagen, las neuronas se activaban siguiendo un patrón específico. Sorprendentemente, durante períodos de vigilia tranquila, las neuronas exhibían patrones de activación similares a los observados durante la visualización de las imágenes, sugiriendo que los ratones estaban soñando despiertos con ellas.
Además, los patrones de actividad durante los primeros sueños del día predecían cómo evolucionaría la respuesta cerebral a las imágenes con el tiempo. Estos sueños parecían producirse únicamente cuando los ratones estaban relajados, manifestando un comportamiento tranquilo y pupilas pequeñas. De manera inesperada, los patrones asociados con las imágenes se volvieron más divergentes entre sí con el tiempo, lo que sugiere una «deriva representacional» que podría estar relacionada con la plasticidad cerebral.
La deriva representacional observada en el estudio fue notablemente intrigante. Con el transcurso del tiempo, los patrones de actividad asociados con las imágenes se tornaban progresivamente más distintos entre sí. Esta no era una deriva aleatoria; los patrones evolucionaban de manera predecible. La actividad neuronal durante las primeras ensoñaciones del día de un ratón sobre una imagen anticipaba la dirección que esta deriva tomaría, ofreciendo una conexión fascinante entre el acto de soñar despierto y la evolución de la respuesta cerebral a lo largo del tiempo.
Este estudio marca el inicio de una investigación más exhaustiva sobre la actividad cerebral durante el estado de ensoñación. Los investigadores tienen previsto emplear herramientas de imágenes avanzadas para observar las conexiones entre neuronas individuales en la corteza visual, y así analizar cómo estas conexiones se modifican cuando el cerebro «percibe» una imagen.