Uruapan, Mich.- Pues bien, ese señor tan sonriente es David Joyner, de 54 años, el hombre que en 1991 dio vida a Barney en el programa de televisión para niños Barney y sus amigos.
Al parecer el trabajo como actor de personajes de ficción gigantes de gomaespuma no es demasiado estable, y Joyner tuvo que reconducir su carrera por otros derroteros nada aptos para la audiencia infantil.
David Joyner es ahora un terapeuta sexual tántrico que se dedica a “liberar la energía bloqueada de las mujeres”.
Sus clientas (no acepta clientes masculinos) a las que se refiere como “diosas” pagan 280€ por una sesión completa de masaje tántrico que dura entre 3 y 4 horas. En la tarifa está incluído un baño ritual, un reajuste de los chakras y el pasaje que, para más información, suele implicar la inserción de su pene en vagina ajena y “orgasmos cósmicos de todo el cuerpo”. Encuentra a su clientela en apps de ligoteo como Tinder y a través del boca a boca.
Según explicó en una entrevista a Vice, en el fondo él no ve su anterior trabajo como el dinosaurio Barney de su actual profesión.
“La energía que sacaba mientras estaba en el disfraz está basada en el fundamento del tantra, que es el amor. Antes de ponerme el traje de Barney rezaba y le pedía a Dios que permitiera que su espíritu amoroso y divino fluyera a través del disfraz y me dejase transmitirselo a los niños. Esa energía siempre penetraba en ellos”.
Aunque la puesta en práctica de esta transmisión del amor es bastante diferente: “Cuando el lingam (pene) y el yoni (vagina), se encuentran, hay cierta energía que se sitúa en las manos y que el cuerpo no puede crear”.
Y defiende que la penetración con su pene es una parte indispensable del tratamiento: “Incluso con un masaje del punto G, sigue sin fluir la misma energía”.
Ah, y además dice que es necesario hacerlo a pelo, porque sus “diosas” pueden experimentar “un nivel más elevado de conciencia y dicha a través del sexo por penetración y sin protección”. Para justificarlo, el insiste en que es necesario y les ofrece a sus clientes sus pruebas de ETS.
Con información de Playground