Amanecimos con nuevo presidente, posiblemente con una nueva ruta para la Historia. Hoy tenemos el pensamiento inseguro, pero las cosas que el pensamiento sugiera y da, parece que se acomodan a la modernidad. Quiera Dios y todo sea para bien. Pero mi articulito es plasmar pensamientos sobre la Historia de Uruapan y como cronista voy al tema sin más. Si alguien quería otra cosa, ya tiene ésta.

  Todos los días contemplo aquí en Uruapan el panorama urbano, a veces lo contemplo desde el hotel Uruapan, o desde el Plaza, de cualquier edificio alto que capta el paisaje de la ciudad o incluso desde la salida a Zamora, parte alta de la ciudad. Contemplo todos los días la arquitectura civil y religiosa de la ciudad. Me embelesan sus tejas rojas, sus molduras, sus ventanales, sus rejas. Hay tanto qué verle a sus casonas, tanto qué contemplarle a sus templos, tanto qué describir de sus calles, que oler a sus alimentos. ¡Enamora tanta belleza repartida por todas partes!

  Pero muchas veces nuestros ojos no ven la belleza, pues pasan superficialmente sólo por la belleza externa, por el adobe, por la teja, por el cemento, por la piedra. No palpamos la belleza, ni sentimos la armonía, ni su arte. Apenas y nos deja la conciencia de que estamos vivos y que recorremos apenas estas vetas. ¡Qué bellas casas las que conservan su estilo, su arte, su construcción, su modo su ser! La calle Pino Suarez tiene hermosas casas, lo mismo la calle Independencia: Bella manera de las casas coloniales de Uruapan.