Tú si sabes de risas y sonrisas,

de cosquillas y mariposas,

de historia y de finanzas,

de amor y desamor.

 

Tú si sabes,

de sueños y anhelos,

de torres y castillos,

de juegos y llamadas.

 

Tú no sabes,

tú no sabes de todo eso que en mi provocas,

de lo adictiva que es tu sonrisa,

de la magia que irradias,

de lo mucho que me inspiras.

 

Lo que pienso que ya sabes

es que me gustas,

no sé si mucho o quizá más que eso,

 

Dime tu;

¿Cómo se mide la intensidad de un cariño que a cada minuto crece?

Y es que basta que cierre mis ojos para poderte ver aquí enfrente.

¿Cómo se mide esta ansiedad que me provoca no tenerte?

Si a cada momento que pasa se agudiza gravemente,

creo que puedo ser un adicto a tu persona fácilmente,

a tus gestos, a tu boca, a tus ojos.

 

¡Sí! A tus pequeños ojos que me permiten descubrirte completamente,

como rendijas al paraíso

que deslumbran la grandeza de tu alma.

 

En realidad no se como habrá

de terminar todo esto,

pero quiero ser sincero;

¡Me gusta! ¡Me gusta demasiado!