En la actualidad son muchos los estudios que identifican un peligro en las relaciones familiares, y parecen infiltrarse sigilosamente en casi todos los grupos laborales o colectivos, pero sobre todo, con mayor intensidad en las relaciones conyugales de esta generación.

Suele pasar que los reproches mal habidos y mal intencionados generan frustración, amargura y disturbios en el corazón de las personas. Los reproches y las críticas (sin sustento critico ni reflexivo) son peligros aparentemente limpios que desintegran las relaciones, generando problemas y conflictos continuos que van en aumento hasta el punto de una explosión acumulada de emociones y pensamientos.

Existen múltiples estrategias y soluciones que pueden llegar a una persona que se encuentra en control de sí misma, relajada y que con gran sabiduría atiende las situaciones interpersonales más tensas. Debemos tener siempre presente que las más justas críticas y reproches están prohibidos cuando se trata de hacer menos a una persona para menospreciarla, no valorarla o humillarla, ya sea de manera consiente e inconsciente.

Toda relación puede ser reducida y desintegrada en muy poco tiempo por los reproches mal dramatizados. Lo mismo sucede con el romanticismo entre pareja que disminuye cuando no existen: cambios y esfuerzos mutuos, una comunicación constante, adecuada y afectiva.

Como evitar las situaciones toxicas.

1.- Reconoce quien eres y si el problema eres tú.

Es fácil identificar si solo hablas palabras positivas o negativas, a veces la mejor verdad es la que nos dicen los demás. La solución a todos los problemas siempre comienza con la humildad de reconocer nuestra parte en los asuntos.

2.- Evita el chisme.

Reemplaza los ambientes negativos que te generan palabras toxicas, chisme, estrés, ansiedad y cámbialos por otras actividades de mayor provecho.

3.- Vive con honestidad.

La mejor forma de dejar la adicción toxica de las malas palabras es dejando de hablar mal de los demás, para comenzar a hablar bien de los demás. El mundo y su condición actual es suficiente como para agregarle más cosas negativas.

4.- Se responsable.

Asume con responsabilidad tus problemas, atiéndelos de la mejor manera, con emociones y pensamientos totalmente sanos y equilibrados. Habrá una diferencia enorme que te hará reconocer si eres el héroe o villano de la historia.

5.- Decide con emociones y pensamientos estables.

A veces es bueno tomar decisiones con sabiduría, aquellas que vienen por la serenidad de las emociones y pensamientos que te hagan ver la luz para tomar la dirección correcta.

Aprendamos a construir relaciones sanas, a sumar y multiplicar buenos valores en las personas que nos relacionamos. Aprendamos a identificar y desechar todo lo que resta y divide nuestros lazos con los demás.

Se pudieran añadir mas puntos a la lista y profundizar mas en el asunto, pero en situaciones así, lo mas practico es lo mas útil. A veces es mas importante comenzar con pasos pequeños que nos lleven a decisiones sabias para crecer, madurar y mejorar como personas.