Medio cuerpo de sirena, medio cuerpo de mujer… ¡La sirena! Te presentamos el origen de la lotería mexicana y los 54 versos para cantarla como todo un profesional.

La lotería mexicana y los 54 versos para cantarla es uno de los juegos de mesa más tradicionales de nuestro país. Presente en ferias y kermeses, así como en las fiestas familiares. El origen se remonta a Italia, aproximadamente en 1400. En aquel entonces, el juego se llamaba lotto y consistía en sacar 5 números de un total de 90, cada número estaba asociado con una imagen.

Posteriormente su practica se extendió hasta España y fue traído en el siglo XVIII a la entonces Nueva España. En un principio la lotería era jugada exclusivamente por las clases altas en la Colonia. Actualmente, el juego consta de 54 cartas para jugar, cada una con una imagen diferente, un número y nombre de la carta.

La lotería mexicana y los 54 versos para cantarla o el juego de la guerra

Fue durante la Guerra de Independencia de México (1810 – 1821), que la lotería se convirtió en un pasatiempo cotidiano entre los soldados. Les ayudaba a sobrellevar grandes campañas y los distraía del dolor de la guerra. A su regreso de los campos de batalla, en sus pueblos y en sus hogares, popularizaron el juego. Y así la lotería se extendió por todo México.

Las imágenes de Clemente Jacques

Las imágenes de la lotería fueron transformándose con el tiempo, adoptando iconos que representaban a la sociedad. La lotería que todos conocemos en la actualidad está conformada por imágenes resultado del trabajo del empresario francés Clemente Jacques. Que en 1887 imprimió su propia versión de la lotería.

Hay una versión más de la lotería, se le conoce como “campechana” e incorpora elementos del tarot como el sol y la luna. En la actualidad las loterías modernas están compuestas por ambas iconografías.

La lotería mexicana y los 54 versos para cantarla

Durante el siglo XVIII Y XIX era muy común encontrar en las plazas y ferias del país los cartones del juego de la lotería. La poesía popular se hacía presente, cuando el personaje dedicado a “cantar las cartas” recitaba versos alusivos a las imágenes de las 54 cartas del juego.

Aquí te presentamos la serie completa de 54 versos para cantar la lotería. Esta versión fue proporcionada por el señor Samuel Juárez Martínez, originario de Cárdenas, San Luis Potosí.

Desde muy pequeño don Samuel vivió en Ciudad Madero, Tamaulipas. Cuenta que todos los domingos al atardecer la gente se reunía en el centro de Ciudad Madero a jugar la lotería. El señor Juan José Gallo, dueño de la imprenta, era quien declamaba los divertidos versos durante el juego, y de él los aprendió.

  1. El gallo
    El que le cantó a san Pedro
    no le volverá a cantar.
  2. El diablo
    El diablo son las mujeres
    cuando se quieren casar.
  3. La dama
    La chula de Severiana
    un tacón quería empeñar.
  4. El catrín
    Don Ferruco en la Alameda
    su bastón quería empeñar.
  5. El paraguas
    El paraguas quitasol.
  6. La sirena
    Medio cuerpo de sirena,
    medio cuerpo de mujer.
  7. La escalera
    La escalera, siete palos,
    la escalera del pintor.
  8. La botella
    La botella del tequila,
    la botella del mezcal.
  9. El barril
    El barril es quintaleño,
    el barril del mezcal.
  10. El árbol
    El árbol de la esperanza
    que de venir no se cansa.
  11. El melón
    El melón y sus olores,
    un pedazo me has de dar.
  12. El valiente
    ’Tate quieto, Valentín,
    no te vayas a pelear.
  13. El gorrito
    El gorrito ponle al nene,
    no se te vaya a resfriar.
  14. La muerte
    La muerte siriquiflaca,
    montada en su burra flaca.
  15. La pera
    Me esperas donde quedamos,
    para poder platicar.
  16. La bandera
    Bonito cinco de mayo,
    el pabellón nacional.
  17. El bandolón
    El bandolón ya no suena,
    hay que llevarlo a afinar.
  18. El violoncello
    El violoncello del maistro,
    que no deja de sonar.
  19. La garza
    Llegaron los picos largos
    de la feria de San Juan.
  20. El pájaro
    El pájaro churlumirlo,
    que no deja de cantar.
  21. La mano
    La mano del escribano,
    la mano del criminal.
  22. La bota
    La bota rechina,
    la bota del general.
  23. La luna
    La luna tuerta de un ojo,
    que no deja de brillar.
  24. El cotorro
    Perico, da’cá la pata
    y empiézame a platicar
    los trabajos que pasabas
    cuando no sabías hablar.
  25. El borracho
    Al borracho, mi compañero,
    ya se lo van a cargar.
  26. El negrito
    Para negros, en La Habana;
    uno acaba de llegar.
  27. El corazón
    El corazón de una ingrata
    yo lo voy a traspasar.
  28. La sandía
    La sandía y su rebanada,
    un pedazo me has de dar.
  29. El tambor
    No te arrugues, cuero viejo,
    que te quiero pa’ tambor.
  30. El camarón
    Camarón que se duerme
    se lo lleva la corriente.
  31. Las jaras
    Las jaras o no las jaras,
    o las dejas de jalar.
  32. El músico
    El músico, trompa de hule.
  33. La araña
    La araña teje su tela.
  34. El soldado
    Centinela, ponte alerta,
    que te habla tu general
  35. La estrella
    La estrella polar del norte,
    que no deja de brillar.
  36. El cazo
    El caso que te hago es poco;
    el caso es averiguar.
  37. El mundo
    El mundo es una bola,
    y nosotros, un bolón.
  38. El apache
    Para apaches, en Chihuahua;
    uno acaba de llegar.
  39. El nopal
    El auxilio de San Luis,
    que le llaman el nopal.
  40. El alacrán
    ¡No levantes esa piedra,
    que te pica ese animal!
  41. La rosa
    Rosa, Rosita, Rosaura,
    Rosita se ha de llamar.
  42. La calavera
    Ya te vide an ca’ la güera.
  43. La campana
    La campana, y tú, debajo.
  44. El cantarito
    Todo cabe en un jarrito,
    sabiéndolo acomodar.
  45. El venado
    Don Venancio, a la carrera,
    un balazo le han de dar.
  46. El sol
    Solito me estoy quedando,
    solito me he de quedar.
  47. La corona
    Si te mueres, te la pongo,
    la coronita imperial.
  48. La chalupa
    Rema y rema, Joaquinita,
    y no dejes de remar.
  49. El pino
    Te empino y me voy de paso,
    y empinado has de quedar.
  50. El pescado
    Me pescaron vacilando
    en la puerta del zaguán.
  51. La palma
    Sube a la palma, palmero,
    y bájame un cocotal.
  52. La maceta
    En la maceta me dieron,
    por no saber barajar.
  53. El arpa
    El arpa vieja de mi suegra.
  54. La rana
    ¡Qué saltos pega tu hermana
    en la puerta del zaguán!

Fuente: México Desconocido