El libro titulado «Palabralogía: La vida secreta de las palabras» escrito por Virgilio Ortega, es una forma amena de descubrir cómo ha ido evolucionando el lenguaje desde Egipto, Grecia y Roma, hasta nuestros días. Un libro que nos da un recorrido por la historia de las palabras y sus significados.
Por ello, aquí te presentamos el significado de algunos nombres propios que quizá pueda ser el tuyo.
Para comenzar, cabe destacar que en la etimología de los nombres propios que terminan o empiezan con -el- son nombres teofóricos, pues están compuestos por deidad o son portadores de deidad, es decir, que llevan el nombre de Dios por la raíz hebrea «El» que significa «Dios»,
Iniciamos con el nombre de Daniel, el cual tiene como significado «la justicia de Dios» o Gabriel que significa «la fuerza de Dios». Además, nos encontramos con el nombre de Emmanuel y Manuel, que significan «Dios con nosotros»; Samuel, «su nombre es Dios»; e Isabel y Elisabet, que tienen connotan «juramento de Dios».
Por otro lado, no sólo se ve en los nombres propios, sino también en el nombre de lugares, tales como Israel, que significa «la lucha de Dios», o Babel, que significa «la puerta de Dios», así como Elohím, que significa «Dios mío».