Cada que entramos a Netflix como usuarios nuevos seguramente nos aparecen series como Orange is the New Black, House of Cards, Stranger Things, Narcos, The Crown, etc. Pero ¿Sabes por qué?
En 2015, Netflix empezó a experimentar con largometrajes originales. Buscaba mantener ese mismo espíritu rompedor que con sus series, y así ampliar su catálogo y fidelizar a sus suscriptores. Por otro lado, quería verse legítimo por la industria a través de estrenos en salas y presencia en los principales festivales internacionales de cine, cosa que actualmente no es sencilla.
Surgieron importantes tensiones con exhibidores cinematográficos y festivales por su política de lanzamientos simultáneos en cines y plataformas de streaming ya que consideran que el cine debe ser apreciado en salas de cine y vivir la experiencia.
Con la llegada de la pandemia pudimos entender este proceso, donde no era un producto sino un servicio. Netflix aspira a que cada espectador lo perciba como algo distinto, próximo, en función de sus gustos (fan del anime, del cine fantástico, del thriller, de los documentales, etc.) y factores sociodemográficos. Con la ayuda de su sofisticado algoritmo de recomendaciones.
Lo mismo se aplica a factores como el territorio o el idioma. Y, probablemente, es aquí donde la estrategia de Netflix se diferencia más claramente de otras plataformas, que tienden a priorizar contenido de carácter global, con apuestas puntuales por contenido local.
¿Conocías el ‘estilo Netflix’?
La empresa siempre ha buscado que sus consumidores lo ubiquen por sus rasgos e ideales, por lo tanto, es tan impredecible saber cuál es el tipo de contenido que busca manejar. Por eso hay quien considera que existe una especie de estilo Netflix, a base de talentos y fórmulas conocidas y fáciles de vender, por ejemplo a través de géneros populares como la comedia, la acción, el terror o la ciencia-ficción.
Pero también es capaz de apoyar ciertos proyectos de bajo presupuesto y a menudo compradas en festivales porque siempre rebasan las expectativas de las personas. Y le podemos añadir un tercer tipo: producciones ambiciosas, que se apoyan en nombres de prestigio que pueden obtener premios. Es el caso de películas como Roma, de Alfonso Cuarón; El irlandés, de Martin Scorsese; Okja, de Bong Joon-ho; Da 5 Bloods, de Spike Lee; El juicio de los 7 de Chicago, de Aaron Sorkin, o Mank, del propio Fincher.
Así que esta es una explicación breve del por qué el éxito de Netflix es tan rotundo, su público es multi diverso y se adapta a cualquier contexto. ¿Ya sabes qué serie o película ver?